Christian

Hay determinadas personas que brillan con una luz distinta, que cuando los conoces deslumbran, pero Lucía tenía además la virtud, de iluminarnos un poquito a cada uno de nosotros. Mujer de elegancia clamorosa, con un sentido del humor desbordante en cada instante de su vida, extraordinariamente brillante, pero ante todo tierna y cariñosa, desde el primer día me hizo sentir como que pertenecía a la familia. Era de esas personas con mucho que enseñar y contar, pero con la paciencia y la bondad de saber escuchar con atención y cariño. Para mí Lucía es un ejemplo de amor, ternura, sabiduría y compasión, que transmitía con sencillez elegante a cada persona con la que trataba. Son muchos los recuerdos que no olvidaré pero, sin duda alguna, mi primera cena de reyes con la familia, y el calor con que me acogió Lucía, me hizo darme cuenta de la suerte que, para todos nosotros es compartir un pedacito de nuestras vidas contigo. Las flores mas bellas nunca se olvidan, Lucía.