Querida Lucia:
No puedo creer que te hayas ido, te he visto siempre tan luchadora, esperanzada, activa y alegre, que no puedo creer que la enfermedad haya ganado.
Pero tú no te has ido de nuestro corazón. Te recuerdo elegante, alegre, cercana, sonriente. Me recordabas una estrella de Hollywood. Que buenos ratos de veraneo hemos pasado en Vera y Somontín. Siempre que íbamos a Almería, la pregunta era, ¿cuándo quedamos con Lucia y Javier?
Los amigos eran Javier y Ramón, tu y yo nos conocimos por ellos, pero al final las amigas éramos nosotras, que bien se estaba a tu lado, nunca contabas tus penas personales o tu dolor en la enfermedad, tu conversación eran tus hijos maravillosos Irene y Carlos. Nunca olvidaré con que angustia contabas lo mal que lo pasó Carlos en Inglaterra. Y que mal lo pasabas tú por él. ¡Gracias a Dios ya pasó!!
Siempre con alegría, esperanza y sobre todo superándote para que Javier no lo pasara mal. Me decías, Javier lo lleva peor que yo.
La última vez que nos vimos fue en Somontín. ¡¡¡Gracias por venir!!! Se que gastabas esfuerzos para todo, pero te apoyabas en ese gran compañero, esposo y amigo que Dios te dio, Javier que le amabas muchísimo y el a ti.
Te echaremos mucho de menos y cuando nos encontremos con Javier y los chicos tú seguirás con nosotros.
Te queremos mucho, gracias por todo lo que nos has dado.
Con mucho cariño Sole, Ramón, Anna y Lucas
Querida Lucia:
No puedo creer que te hayas ido, te he visto siempre tan luchadora, esperanzada, activa y alegre, que no puedo creer que la enfermedad haya ganado.
Pero tú no te has ido de nuestro corazón. Te recuerdo elegante, alegre, cercana, sonriente. Me recordabas una estrella de Hollywood. Que buenos ratos de veraneo hemos pasado en Vera y Somontín. Siempre que íbamos a Almería, la pregunta era, ¿cuándo quedamos con Lucia y Javier?
Los amigos eran Javier y Ramón, tu y yo nos conocimos por ellos, pero al final las amigas éramos nosotras, que bien se estaba a tu lado, nunca contabas tus penas personales o tu dolor en la enfermedad, tu conversación eran tus hijos maravillosos Irene y Carlos. Nunca olvidaré con que angustia contabas lo mal que lo pasó Carlos en Inglaterra. Y que mal lo pasabas tú por él. ¡Gracias a Dios ya pasó!!
Siempre con alegría, esperanza y sobre todo superándote para que Javier no lo pasara mal. Me decías, Javier lo lleva peor que yo.
La última vez que nos vimos fue en Somontín. ¡¡¡Gracias por venir!!! Se que gastabas esfuerzos para todo, pero te apoyabas en ese gran compañero, esposo y amigo que Dios te dio, Javier que le amabas muchísimo y el a ti.
Te echaremos mucho de menos y cuando nos encontremos con Javier y los chicos tú seguirás con nosotros.
Te queremos mucho, gracias por todo lo que nos has dado.
Con mucho cariño Sole, Ramón, Anna y Lucas