La primera vez que fuimos a Vera, quizá el primer día, en verano de 2009, nos encontramos con ella en el supermercado. Desde entonces lo que era una relación cordial entre las dos familias, nuestros hijos mayores eran compañeros y amigos en el colegio, se convirtió en una sólida amistad entre las dos parejas. De Lucía nos ha impresionado siempre su exquisita educación, su templanza, su afán de conocimiento y sobre todo su actitud ante la adversidad. La elegancia no es solo la forma de vestir y de llevar la ropa que en eso Lucia era un diez, la Elegancia con mayúscula es la forma de afrontar los problemas y en eso la lección que Lucía nos ha dado a todos es insuperable.
Te echamos mucho de menos; Verá nunca será lo mismo para nosotros.